El tiempo es oro, por tanto es de vital importancia que seas productivo para rentabilizarlo mejor. Si eres traductor autónomo, estarás más que de acuerdo con esta idea. Y, para ayudarte a lograrlo, en Translation-Traducción hemos recopilado varios consejos que puedes poner en práctica para ser más productivo. Más allá de los consejos obvios como delimitarte tus horarios, no aceptar más encargos de los que puedas abarcar o establecer un mínimo en tus tarifas, he aquí algunas sugerencias para la productividad de cualquier traductor autónomo que quizá desconocieras.
- Trabaja desde la nube. Si por ejemplo estás editando un documento desde Dropbox que se guarde automáticamente, no tendrás peligro de perder la información en caso de que falle tu ordenador, ya que siempre habrá una copia de seguridad.
- Analiza tus errores. Para analizar los fallos no hay nada mejor que otros ojos. Puedes preguntarles directamente a tus clientes o incluso enviarles una encuesta de satisfacción para saber tanto lo bueno como lo malo. Equivocarse es de sabios y corregir los errores es de gente productiva.
- Plantillas para la facturación. Si tienes plantillas para tus facturas, no solo ahorrarás tiempo, sino que además minimizarás el riesgo de error. No tendrás que introducir cada vez tus mismos datos y los de tu cliente.
- Organiza bien todos los archivos de tu ordenador. Ordena y renombra todas las carpetas y archivos que tengas relacionados con tu trabajo para encontrarlos rápidamente. Por cliente, tipo de encargo, fechas… Hazlo cómo más cómodo te resulte, pero hazlo. Así si un cliente quiere confirmar una factura o que le reenvíes un encargo previo, o incluso un nuevo cliente te pide una traducción de un documento similar con el que ya has trabajado anteriormente, podrás localizarlo en unos segundos.
- Aprovecha los atajos de teclado. Tanto el sistema operativo (OS, Windows…) como los diversos programas que puedas utilizar con más frecuencia (Word, Excel, Photoshop…) ofrecen muchos atajos de teclado. Éstos te permiten realizar tareas más rápidas. Aunque no lo creas, segundo a segundo pierdes muchas horas cambiando las manos del teclado al ratón.
- Si es necesario, sé autoritario contigo mismo. ¿Mientras trabajas te sueles distraer con las redes sociales o con diversas páginas web? Esto merma la productividad de cualquier traductor autónomo, por tanto quizá te convenga bloquear su uso. Hay algunas aplicaciones que te impiden el acceso a determinadas páginas o que limitan el tiempo de visita, por ejemplo Web Blocker. Dale una oportunidad para no distraerte más de lo debido.
- Exprime las posibilidades del correo. Unifica el correo profesional, no conviene mezclar el personal o con el que uses para el spam porque muchos mensajes se pueden quedar en el olvido. Al menos, recibe todos los mensajes en una misma bandeja; hay diversas aplicaciones de correo como Outlook, Thunderbird o Mail que te ayudarán a gestionarlos. También puedes exprimir sus opciones como programar el envío de mensajes a cierta hora o las autorespuestas cuando estés ausente.
- Comodidad es sinónimo de productividad. ¿Aún no tienes un monitor auxiliar? Como traductor autónomo, prueba a trabajar con el documento original en una pantalla y con el texto traducido en otra. Tus ojos te lo agradecerán. En Translation-Traducción, también te recomendamos tener una buena silla o un teclado ergonómico.
- Ve a contracorriente. Si eres traductor autónomo y tú te pones tus propios horarios, aprovecha sus posibilidades: no te ciñas a los tiempos que se consideran habituales. A la hora de compaginar el trabajo con tu vida personal, puedes evitar ir al supermercado en hora punta o distráete con un poco de ocio, como por ejemplo jugando a unos videojuegos cuando te satures. Así ganarás mucho más tiempo del que imaginas en otras tareas del día a día y rentabilizarás mejor el que dediques a trabajar porque tu mente estará más despejada.
- Queda bien con el cliente. Sobre todo con los particulares, ya que el boca a boca es esencial. Para ello, mantén un buen contacto antes y mientras realizas el encargo. Pero también es importante mimar al cliente después de haber entregado la traducción. Como traductor autónomo, ofrécete a ayudarle ante cualquier duda posterior. Así será más fácil que vuelva cuando lo necesite, o que incluso te recomiende a sus conocidos. Una pequeña dedicación puede traducirse en más trabajo.
Crédito de la imagen: neverfeltbetter.wordpress