El nombre de cada una de las provincias de España esconde una historia. Y, en Translation-Traducción, queremos contarte cada una de ellas. Cada nombre tiene detrás una historia y una cultura propia del lugar, que ha perdurado en el tiempo. He aquí el origen del nombre de cada provincia española y su correspondiente evolución lingüística.
- Albacete. Procede del nombre árabe Al-Basit, cuya traducción literal sería «el llano», dada la llanura de la capital.
- Alicante. Cuando se fundó el asentamiento íbero-romano se llamó Lucentum; este nombre se adoptó por influencia griega y significa «fortaleza blanca». Durante la época árabe, el topónimo evolucionó hasta llamarse Al-Laqant, y, en la época cristiana, adoptó el nombre actual.
- Almería. La ciudad musulmana se fundó en tornó a una zona marítima llamada Bayyana, es decir, que antiguamente se llamaba Al-mariyat Bayyana (la zona marítima de Bayyana).
- Álava. El topónimo deriva de «Alaba», aunque los historiadores se debaten entre si Alaba era un río, un monte o una llanura.
- Asturias. Alude al término celta stour, que significa «río»
- Ávila. La antigua ciudad se conocía como Avila o Avela. Ávila es una mera evolución lingüística.
- Badajoz. En la época medieval se llamaba Mu’assassat Batalyaws, una adaptación árabe de un topónimo de origen no musulmán.
- Barcelona. Los romanos fundaron la actual Ciudad Condal con el nombre de Barcino. Aunque también hay una leyenda mitológica griega que cuenta que Hércules perdió una de sus 9 embarcaciones tras una tormenta y allí encontró los restos de esa «Barca Nova».
- Burgos. Burg significa «castillo» y berg «montaña», aunque también existe la hipótesis de «burgos» como pequeñas poblaciones de viviendas dispersas.
- Cáceres. El nombre es la evolución de un antiguo campamento fenicio llamado Casta Caecilia, pero también pudo tener influencia romana.
- Cádiz. Los fenicios la fundaron como Gádir y los romanos la rebautizaron como Gades.
- Cantabria. Su nombre tiene un origen celta, la raíz cant- significa «roca». Cantabria es el pueblo que habita en las peñas.
- Castellón. Los íberos la llamaron Castalias.
- Ceuta. Los romanos la llamaron Septem Frates (Siete Hermanos), en honor a los 7 montes de la zona. Los árabes lo abreviaron a Sebta, antes de que evolucionase a Ceuta.
- Ciudad Real. Antiguamente se la llamaba Pozo Seco de Don Gil, pero Alfonso X la rebautizó como Villa Real. Con el paso del tiempo, y tras una ayuda del municipio a la monarquía, ésta la compensó con el nombramiento de ciudad: Ciudad Real.
- Córdoba. La ciudad romana se fundó con el nombre de Corduba.
- A Coruña. El nombre en latín era Crunia, la evolución hizo el resto.
- Cuenca. Los árabes levantaron el castillo de Al-Madina Cunca y concha era el término latino en el que se encontraba el valle sobre el que se asienta la actual capital. El nombre actual de la provincia es, por tanto, una evolución lingüística de ambas formas.
- Girona. Los romanos fundaron la ciudad de Gerunda, pero se desconoce el significado de este nombre.
- Granada. Se barajan dos opciones para el nombre de la ciudad de Medina Garnata: Gar-anat, de origen árabe y que se traduce como «colina de peregrinos» o granatum, que en latín significa «granado».
- Guadalajara. En árabe era Madinat al-Faray o Wad al-Hayarah. Éste último era el nombre que recibía el actual río Henares, cuya traducción literal sería: «río de piedras».
- Guipúzcoa. A principios del siglo XI se la conocía como Ipuscua, cuya traducción es «lo del norte».
- Huelva. Los fenicios y tartessos la llamaron Onuba (de ahí el gentilicio onubense), pero los árabes le cambiaron el nombre a Welba.
- Huesca. Los romanos la llamaron Osca y los árabes Waska. La influencia evolutiva también incluye el aragonés, que la llama Uesca.
- Islas Baleares. La voz púnica Ba’ lé yaroh alude a todo el archipiélago y se traduce como «los maestros del lanzamiento de piedras».
- Jaén. En latín era Gaiena y en árabe Yaiyan. Jaén es otra evolución lingüística.
- León. La Legio VII Gemina se creó en esta zona o se asentó ahí tras la conquista romana.
- Lleida. Esta ciudad ha tenido diversos nombres a lo largo de la historia. Iltirta para los íberos, Ilerda para los romanos, Larida para los musulmanes y Leyda para los cristianos. El significado del topónimo es «ciudad del lobo».
- Lugo. El nombre de esta provincia es en honor al campamento romano Lucus Augusti. Su traducción sería «bosque sagrado de Augusto».
- Madrid. Durante la época árabe era Magrit y en castellano antiguo evolucionó a Magerit. Este nombre es la fusión del término magra (cauce de un río) y el sufijo romance -it (en abundancia).
- Málaga. Los fenicios la llamaron Malaka, un término con 3 traducciones posibles: «sal», «factoría» o «reinar».
- Melilla. Los árabes la llamaron Mliliat, una evolución de un vocablo bereber que significa «la blanca».
- Murcia. Hay varias teorías, como el término árabe Mursah (traducción: la fortaleza), la palabra latina myrtia (traducción: lugar lleno de mirtos) o la forma hebrea Morsayas (traducción: Dios, el orfebre).
- Navarra. En vasco medieval, la provincia de Nabarra se traduce como «la gran llanura próxima a las montañas».
- Ourense. La voz romana Auriense se traduce como «ciudad del oro». Antiguamente, el río Miño arrastraba mucho oro.
- Palencia. El pueblo vacceo la llamaba Pallantia, cuya traducción es «campos del río» o «cerro amesetado».
- Las Palmas. En honor a un campamento militar llamado El Real de Las Palmas y que estaba situado junto a un palmeral.
- Pontevedra. En latín pontem veteram, su traducción es «puente viejo».
- La Rioja. Se contempla la referencia al río Oja, que cruza la zona, pero también la influencia de 3 voces vascas: erriogia, tierra del pan; errioxa, país frío; o arrioxa, mucha piedra.
- Salamanca. Los celtíberos la llamaron Salmantica, al igual que el pueblo pre-romano de los vacceos. Los griegos hablaban de ella como Helmantike (tierra de adivinación). Se cree que Salmantica también puede tener ese nombre en honor al Rey Teucro de Salamina.
- Santa Cruz de Tenerife. Tener significa «monte» e ife «blanco».
- Segovia. El nombre de la ciudad tiene origen celtíbero, procede de la voz seghos, cuya traducción es «victoria».
- Sevilla. Los romanos la llamaron Hispalis, mientras que los árabes Ishbiliya. Al final, el nombre de esta ciudad y provincia es una mezcla de ambos términos.
- Soria. Hay controversia con el origen etimológico de esta provincia, pero se plantea que éste reside en un castillo con el nombre de Doria, de un capital griego llamado Dórico.
- Tarragona. Los romanos la llamaron Tarraco.
- Teruel. En aragonés tor se traduce como «toro» y uel como «estrella». Ambos elementos aparecen en el escudo de la capital.
- Toledo. Su nombre romano Toletum se traduce como «lugar en alto».
- Valencia. El primer nombre de la ciudad fue Valentia Edenatorum, que significa «valor en tierra de los edatanos», un pueblo íbero. Los árabes evolucionaron el nombre a Balansia.
- Valladolid. Hay 3 hipótesis: puede derivar del árabe Balad al-Walid, que significa «Puebla de Walid», un califa; del término latino-celta Vallis Tolitum, «valle de aguas», o que su topónimo provenga de la abundancia de olivos.
- Vizcaya. Procede de la voz bizkai, que significa «lugar elevado», esto se explica por la orografía de la zona de esta provincia.
- Zamora. Durante la época de los visigodos se llamaba Semure, que se traduce como «muro viejo».
- Zaragoza. La antigua Caesar Augusta de los romanos, pasó a llamarse Medina Albaida Sarakosta tras la conquista musulmana. La traducción literal de este nombre es: «ciudad blanca de Sarakosta», dada la enorme cantidad de yeso que se usó en sus construcciones.
Crédito de la imagen: creciendoconmontessori.com