Origen de «salvarse por los pelos»

30 Jun

Seguramente conozcas la curiosa expresión de «salvarse por los pelos». Si te salvas por los pelos quiere decir que has evitado una situación complicada por muy poco o que te has librado de un daño in extremis. En Translation-Traducción queremos explicarte el origen de este dicho tan extendido.

Los inicios de esta expresión tienen un trasfondo bastante literal, se empezó a utilizar porque la gente se salvaba de la muerte gracias a los pelos. Pero antes de seguir, será mejor que nos pongamos en situación. Todo se remonta varios siglos atrás y al ámbito marinero; una época y un contexto en el que no todos los que se enrolaban en un navío tenían por qué saber nadar, lo cual se traducía en importantes peligros para sus vidas.

Teniendo en cuenta este último dato, en la tripulación de los barcos se solía recomendar a los novatos que se dejasen crecer una larga melena. ¿El motivo? Si se caían por la borda sería más fácil reconocerlos entre el oleaje y, por tanto, se incrementarían las posibilidades de rescate. Pero es que el pelo largo también tenía otras ventajas ante este tipo de situación, porque una larga cabellera era el mejor asidero para sacar a alguien del agua. Traducción: la ropa se suele desgarrar y la piel es resbaladiza, pero el pelo resulta más efectivo.

Aunque dicha expresión no adquirió la repercusión que tiene hoy en día hasta principios del siglo XIX. En el año 1809, José I Bonaparte (el hermano de Napoleón I), dictó una orden sobre los marineros españoles mediante la cual les obligaba a cortarse el pelo. Alegó que quería fomentar la uniformidad e imponer una imagen de higiene. Eso provocó protestas y pequeños levantamientos entre los marineros, quienes defendieron las ventajas de tener el pelo largo para sobrevivir y que les rescataran de ahogarse en el mar. Si alguien caía al agua, sería más factible salvarle por los pelos.

Poco a poco el dicho de «salvarse por los pelos» fue ampliando su uso y significado. El trasfondo siempre será el marinero, pero los contextos en los que se emplea hoy en día son mucho más variados.

Crédito de la imagen: revistaweb.es

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