¿Quieres aprender inglés, francés, italiano o cualquier otro idioma? No vamos a negar que hay personas que nacen con un don para aprender idiomas, mientras que a otras les cuesta un poco más. No obstante, hay algunos consejos comunes que se pueden aplicar al aprendizaje de cualquier lengua o idioma. Atento a estos consejos de Translation-Traducción.
1. Comprométete al máximo
Parece obvio, pero si no tienes una motivación real para aprender un idioma, es probable que termines dejándolo. Querer impresionar a tus amigos con tu nivel de inglés no es un motivo demasiado bueno, ya que el esfuerzo es tan grande y prolongado que te terminarás cansando. Pero querer aprender la cultura anglosajona u optar a un puesto de trabajo en Londres sí lo es. Por tanto, si realmente te importa aprender un idioma nuevo, ten claro por qué lo haces.
2. Sumérgete en el idioma
Después de comprometerte, tienes que poner de tu parte. Todo vale, pero intenta hacer actividades relacionadas con el writing, reading, speaking o listening. Puedes escribir correos, leer libros o blogs de idiomas, hablar contigo mismo, ver series en versión original… La cuestión es que estés activo en el aprendizaje.
3. Busca algún compañero
Si tienes a otra persona que estudie el idioma contigo, os empujaréis mutuamente a hacerlo. Puede ser un amigo en clases presenciales, tu hermano o tu pareja en casa… Pero el hecho de estudiar un idioma con alguien más es una motivación adicional.
4. Dale la importancia que se merece
Lo bueno de aprender un idioma, ya sea inglés, francés, italiano o catalán…, es que puedes poner en práctica tus conocimientos. No es necesario que vayas a Inglaterra o a Estados Unidos para hablar, puedes hacerlo en tu propia casa. Si por ejemplo puedes seguir la letra de una canción o entender el diálogo de una película, aunque sea con subtítulos, ya habrás dado un paso de gigante para seguir motivado. Y si te atreves, busca alguna cafetería de tu ciudad en la que se hagan intercambios de idiomas con nativos o ve a ese restaurante francés para intentar pedir el menú en ese idioma. Si le das la importancia que se merece, querrás seguir aprendiendo más y más.
5. Diviértete
La clave está en que te guste, sino querrás dejar de aprender. Puedes enfocar el aprendizaje del modo que quieras. ¿Te gusta la traducción? Pues traduce textos sencillos que después te corrija un traductor profesional. ¿Te gusta cantar? Pues da rienda suelta a tu voz con tu grupo favorito. ¿Eres un cinéfilo? Pues ve todas las películas de los Oscars con subtítulos o en versión original.
6. Admite tus errores
Te vas a equivocar, eso tenlo por seguro, pero de los errores se aprende. Por tanto, cuando aprendas un idioma debes reconocer todos los fallos que cometas. Y, a partir de ahí, podrás enmendarlos. Si crees que eres perfecto, jamás alcanzarás ese nivel de inglés o de italiano que anhelas tener.
7. Sal de tu zona de confort
Si vas a Inglaterra, no temas preguntar en inglés por una dirección a un desconocido o formular preguntas más elaboradas en un hotel, restaurante u oficina de turismo. Quizá seas muy tímido, pero si no sales de tu zona de confort, jamás aprenderás. Al principio notarás que te cuesta, pero poco a poco irás mejorando tu gramática, ampliando tu vocabulario y comprendiendo todo mejor. Perder ese miedo es parte del camino para aprender un idioma.
8. Escucha, observa e imita
Hay sonidos más complejos que otros, pero cuanto más los escuches más te familiarizarás con ellos y, por ende, más fácil te resultará reproducirlos. Por ejemplo, en español hay sonidos más difíciles para alguien no nativo, como la «doble erre» que hay en perro o carro, o la «jota» tan fuerte que suena en palabras como jamón o jabato. En inglés, francés, catalán, alemán, portugués… en todos los idiomas hay algún sonido que puede costar más. Pero si prestas atención y escuchas atentamente, podrás interiorizarlo. Además, si observas a alguien mientras habla, es más fácil comprender e imitar sus sonidos. Por lo tanto, quedará más claro si tienes a un nativo frente a ti que al otro lado del teléfono; así que si es el primer caso, procura fijarte en los movimientos que hace con la boca. Puede sonar raro, pero si lo observas e imitas, dominarás mejor los sonidos que antes se te trababan.
9. Habla contigo mismo
No, no estás loco, solo eres un astuto aprendiz. Habla contigo mismo, o al menos, trata de pensar en el idioma que estés aprendiendo. Con pequeños gestos como elaborar la lista de la compra en inglés, nombrar en francés todos los objetos que ves en tu casa o decir en catalán todo aquello que tienes que hacer al día siguiente… podrás mejorar mucho tu nivel. ¿Por qué? Porque practicarás y porque te encontrarás con pequeños problemas léxicos y gramaticales que puedes solucionar para hacer frente a tus problemas.
10. Relájate
Tranquilo, porque si trabajas estresado te costará más aprender el idioma y además no lo harás con ganas. Si en una tarde de estudio no te concentras bien, puedes parar, pero retómalo al día siguiente con más energía. Y piensa en los beneficios, como conseguir un buen trabajo en Inglaterra o conseguir el nombramiento de traductor jurado en inglés que tanto anhelas. Pero, en cualquier caso, tómatelo con cierta tranquilidad, el estrés nunca es bueno.
Y si quieres aprender algún idioma, pero no te decides, empieza por un fácil. En este listado elaborado por Translation-Traducción enumeramos algunos que pueden resultar más sencillos.
Crédito de la imagen: speakmylanguage.org