La expresión «tocar madera» se traduce como una forma para desear buena suerte o para evitar que venga la mala. Por ejemplo: Este fin de semana se anuncia soleado, toca madera para que sea así y podamos organizar la barbacoa; Hoy salen los resultados de las oposiciones de traductor jurado, toco madera para que apruebe. Quizá vivamos en una sociedad que históricamente haya estado muy arraigada a las supersticiones, pero al margen de ello, ¿no te pica la curiosidad por saber de dónde proviene ese dicho tan popular? En Translation-Traducción te vamos a explicar el origen.
Para entender el origen de tocar madera tendríamos que hablar de varias religiones, culturas, mitologías y sociedades:
– En los orígenes del cristianismo a Jesucristo lo crucificaron en madera y sus fieles seguidores creían que tocar la cruz implicaría una cura o un milagro, puesto que le atribuían poderes mágicos. También era un paralelismo de la protección.
– En la Irlanda celta se consideraba que los objetos comunes y los elementos de la naturaleza tenían alma. En el caso de los árboles, se creía que era la morada terrenal de los dioses, y por ello éstos eran auténticos amuletos y los incluían en sus ritos de adoración.
– Los antiguos griegos y los indios norteamericanos comprobaron que en las tormentas eléctricas los rayos solían caer en los árboles. Este hecho lo compararon con los poderes de los dioses creyendo que residían en su interior. Para ellos, los Dioses atraían a los rayos protegidos en la madera, evitando así que cayeran sobre los humanos.
Estas son solo algunas de las relaciones culturales que se le han dado a la madera, pero desde luego que no son las únicas. Por ejemplo, sin remontarnos tanto tiempo atrás, los niños británicos del siglo XIX solían divertirse con un juego llamado Knock on Wood (cuya traducción literal sería Tocar madera). Éste era una especie de pilla-pilla en el que si alguien tocaba madera, por ejemplo un árbol o una puerta, se encontraba en terreno neutral. En otras palabras, en este juego tocar madera se traducía como estar en «casa», un lugar en el que no te pillaban y estabas a salvo.
En cualquier caso, dichas creencias siempre han implicado un símbolo para ahuyentar los malos presagios y encomendarse a la buena suerte. Con el paso del tiempo, se ha ido conformando la idea de que «tocar madera» era un símbolo de fortuna.
Por tanto, en Translation-Traducción podemos sacar en claro otra vez más que el pasado no solo condiciona nuestro presente, sino que también conforma el lenguaje que hablamos día a día y su evolución.
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